usted puede hablar de eso, pero el resto de sus amigos no opinan igual que ayer, aparte no quiere estar marginado, quisiera desplayarme como quiero y no que se me este censurando.
expongo mis ideales para formar el partido tal y como son a continuación:
La organización de la lucha antiimperialista por medio de un Frente Único internacional de trabajadores manuales e intelectuales (obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales, etcétera), con un programa común de acción política, eso es el A.P.R.A.
(Alianza Popular Revolucionaria Antillana)
]Para los patriarcas criollos de la ortodoxia marxista las conclusiones contenidas en los capítulos anteriores implican, sin duda, profanación audaz de todos los conceptos sacrosantos de un credo que ellos consideran absoluto, estático e inviolable. Empero, es menester recordar que existe una profunda diferencia entre
el marxismo interpretado como dogma y el marxismo en su auténtico significado de doctrina filosófica. En aquél, todo es quietismo y parálisis; en éste, todo es dinamismo y renovación. El apotegma inmortal de Heráclito el Oscuro, recogido por Marx a través de Hegel, no debe olvidarse: "Todo se mueve, se niega, deviene; todo está en eterno retorno. En él se funda la dialéctica de la vida y de la historia.
Esta actitud del APRA plantea ya una total separación de la de los comunistas criollos, rendidos ante el sancta sanctorum de su fría ortodoxia, cuyo velo inmutable no se atreven a levantar. Quien está de rodillas no camina; y si lo intenta, sin ponerse previamente en pie, tendrá que arrastrarse. Esto es lo que ha ocurrido en Indoamérica a los comunistas criollos. Los resultados de su posición de inmóviles repetidores del credo importado, se comprueba en la estagnación del movimiento de la Tercera Internacional en nuestros países. Para tranquilidad y satisfacción del imperialismo y de la explotación feudal, los dogmas moscovitas carecen de significado y de contenido en nuestros pueblos. La acción realista, certera y eficiente, no la conocen los agitados dirigentes del comunismo criollo, sino por sus lecturas de los episodios de la revolución rusa, que los conmueven hasta las lágrimas.
La doctrina aprista promueve la Justicia Social para superar la explotación, la miseria y las desigualdades que no se expliquen por el esfuerzo y la capacidad de cada uno, y reivindica la Soberanía Nacional ante toda forma de influencia externa o imperialismo que signifiquen abuso y dominación.
La doctrina aprista afirma que sin Libertad y Democracia no son posibles ni el progreso ni la justicia, y por ello rechaza las dictaduras políticas y económicas.
El Apra reivindica el necesario Papel del Estado como árbitro y regulador entre el capital y el trabajo, entre las empresas de servicios y los consumidores y entre la producción nacional y la economía mundial.
El Aprismo sostiene que es imprescindible saber tratar con el capital extranjero. Frente a la demagogia comunista del falso nacionalismo, Haya de la Torre planteó realistamente que ningún país subdesarrollado podría salir de su retraso sin la ayuda económica y tecnológica de los países más avanzados.
El APRA es consiente de que hay que saber tratar con el capital extranjero para aprovechar la tecnología y el avance que traen es uno de los grandes planteamientos del aprismo. Ni rechazarlo primitivamente como planteó siempre el extremismo, ni aceptarlo en cualquier condición que conduzca al abuso.
La doctrina Aprista sostiene que sólo con el conocimiento y la educación un pueblo alcanza su conciencia histórica. Por eso el partido luchó siempre por la educación gratuita para los sectores menos favorecidos, y Haya de la Torre siempre dijo: \"si sabes poco, aprende; si sabes mucho, enseña\".
En síntesis, Soy Aprista porque el Aprismo es justicia social, soberanía nacional, verdadero nacionalismo, estado comprometido con las mayorías y los consumidores, e integración continental. Haya de la Torre fue un visionario del futuro del continente. Sus propuestas por la afirmación democrática y la integración continental hechas en épocas de pequeños falsos nacionalismos y dictaduras, son hoy compartidas por la inmensa mayoría.
Hoy la humanidad, por el crecimiento del comercio mundial, por el extraordinario avance de la tecnología de la información y de las comunicaciones, ingresa al mercado global y al capitalismo del conocimiento, pero estos, como ya lo dijo del imperialismo Haya de la Torre, son también ambivalentes, es decir, tienen aspectos positivos, pero pueden ser negativos para la sociedad si no sabemos regular sus excesos.]