Cada pueblo vive un estado tan individual que debe de resolver y resolverá siempre por sí mismo...Cada pueblo se halla en una relación tan singular, que las relaciones anteriores no son congruentes nunca con las posteriores, ya que las circunstancias son totalmente distintas.
Debemos de tratar de entender porque una palabra tan sencilla como "DESCENTRALIZACIÓN" puede llegar a ser tan compleja al momento de llevarla a la praxis, y es que en realidad hablar de Descentralización no es solo el hecho de liberarse de reclamos y protestas bulliciosas contra los locales de los diferentes órganos de gobierno, no se trata de entregar dádivas monetarias para salir del apuro y decir “toma y caya” ese huele más a soborno y traición, tampoco se trata de someter y amenazar la soberanía del Estado rompiendo el principio de autoridad.
Una verdadera Descentralización debe darse en torno a una serie de postulados que se lograrán solo dentro del marco de un “ACUERDO NACIONAL”, se hace necesario que el pueblo antillano, sus dirigentes y representantes, los partidos políticos, la sociedad civil organizada, los representantes departamentales y el gobierno, formen una mesa de diálogo donde se puntualicen los términos fundamentales sobre una agenda concreta de políticas para una debida Descentralización. Una descentralización en la que no debe de parcializarse solo el tema económico, una verdadera descentralización significa también la delegación de facultades para decidir sin trasgredir nuestra estructura que es regida por un orden jurídico, creado, definido y sancionado por un poder soberano. Se hará necesario plantear mecanismos de filtros para evitar y minimizar la Descentralización de corrupción, es cierto será ineludible hacerlo; pero debe hacerse.
Ante esta propuesta se hace preciso que el Gobierno ponga a prueba su liderazgo concertador, es un reto razonable que debe asumir a la brevedad posible.
Debemos de tratar de entender porque una palabra tan sencilla como "DESCENTRALIZACIÓN" puede llegar a ser tan compleja al momento de llevarla a la praxis, y es que en realidad hablar de Descentralización no es solo el hecho de liberarse de reclamos y protestas bulliciosas contra los locales de los diferentes órganos de gobierno, no se trata de entregar dádivas monetarias para salir del apuro y decir “toma y caya” ese huele más a soborno y traición, tampoco se trata de someter y amenazar la soberanía del Estado rompiendo el principio de autoridad.
Una verdadera Descentralización debe darse en torno a una serie de postulados que se lograrán solo dentro del marco de un “ACUERDO NACIONAL”, se hace necesario que el pueblo antillano, sus dirigentes y representantes, los partidos políticos, la sociedad civil organizada, los representantes departamentales y el gobierno, formen una mesa de diálogo donde se puntualicen los términos fundamentales sobre una agenda concreta de políticas para una debida Descentralización. Una descentralización en la que no debe de parcializarse solo el tema económico, una verdadera descentralización significa también la delegación de facultades para decidir sin trasgredir nuestra estructura que es regida por un orden jurídico, creado, definido y sancionado por un poder soberano. Se hará necesario plantear mecanismos de filtros para evitar y minimizar la Descentralización de corrupción, es cierto será ineludible hacerlo; pero debe hacerse.
Ante esta propuesta se hace preciso que el Gobierno ponga a prueba su liderazgo concertador, es un reto razonable que debe asumir a la brevedad posible.